Descripción
La cárcel del autismo
Tanto miedo me provoca vuestro mundo, que me encierro dentro de un «cubo invisible» para así escapar al sufrimiento… Pero, éste «Cubo» se ha convertido en una cárcel que nubla e interfiere mi percepción, y no me permite desempeñarme normalmente…
A veces, comprendo lo que ustedes dicen, pero me siento incapaz de emplear vuestros propios términos…
Para aliviar mi angustia, muchas veces me refugio en “rituales” que para vosotros son incomprensibles: golpeo fuertemente mis manos entre sí, me balanceo para adelante y atrás, corro en todas las direcciones… con lo que me tranquilizo momentáneamente. Cuando ya no soporto más esta soledad insostenible, de la cual siento que no puedo escapar, grito, doy alaridos o lloro…
A veces, rompo todo: mi cabeza golpeándola contra un muro, o contra vosotros, o me ataco con todos los objetos (o cosas) que me rodean…
¡NO, no son actitudes caprichosas!, ¡NO, no lo hago por el gusto de hacerlo! En realidad lo que trato es el romper, desesperadamente, los barrotes de mi sufrimiento.
Pero, ¿qué más puedo hacer para que lo comprendáis?
Anna Stutz-Berti/Le Cube de Verre